Actualmente vivimos en tiempos en los que el ritmo de vida acelerado, la hiperconectividad digital, la incertidumbre, así como las presiones, comparaciones y expectativas sociales, nos llevan a caer en estados de ansiedad.

En ocasiones, el mismo entorno nos lleva a creer que si nos esforzamos lo suficiente podremos controlarlo todo, sin embargo esta fantasía del control solo alimenta la ansiedad.

Las enseñanzas de Epicteto nos llevan a recordar y reconocer que no todo está en nuestras manos. La serenidad, llega cuando logramos reconocer nuestros propios límites y cuando aprendemos a dirigir nuestra energía mental y emocional hacia lo que reconocemos que si depende de nosotros: nuestras decisiones, acciones y actitud frente a lo que ocurre en nuestro entorno.

Entender y aceptar esta diferencia nos lleva a recuperar la libertad y serenidad interior que la ansiedad nos arrebata.

Problema moderno:
Vivimos en un mundo donde las redes sociales, la velocidad, la incertidumbre y la sobreinformación generan ansiedad y confusión.
Intentamos controlar lo incontrolable: el futuro, la opinión de los demás, la economía, la salud global. Nos sentimos constantemente expuestos y vulnerables.

Ejemplo moderno:
Las busqueda de reconocimiento y validación a través de likes, genera ansiedad al depender de la opinion externa o ajena.

Respuesta de Epicteto:
“Hay cosas que dependen de nosotros y cosas que no. Solo debemos ocuparnos de las que dependen de nosotros”. (Enquiridión, 1)

Aplicación práctica:
Distingue entre lo que puedes controlar (tus pensamientos, acciones) y lo que no (opiniones ajenas, resultados, muerte).
Libertad es enfocarse en lo primero y aceptar lo segundo.

Dinámica:
Círculo del control: dibuja dos círculos en el centro escribe lo que controlas (pensamientos, decisiones). Afuera, lo que no (opiniones, futuro).